Recibido: 08-10-18 | aceptado: 11-12-18 | PDF del artículo | PDF del número completo
¡BAM!*
Vandálico es uno de los epítetos utilizado por la vice-presidenta Rosario Murillo, para referirse a los ciudadanos que iniciaron las protestas a comienzos de abril de 2018. A lo largo de ese período de crisis, que alcanzó su cénit en los meses de junio y julio, los artistas nicaragüenses han vivido una etapa de fértil creación que va desde composiciones musicales en diferentes estilos, pasando por las artes visuales en sus distintas expresiones: escultura, pintura, instalación; la poesía, la micro-narrativa y el ensayo. Este caudal de productos simbólicos hace evidente que detrás de ellos hay una intención de responsabilidad que va más allá de la postura esnob de “lo vandálico” que acarrea una crítica superficial del poder.
Palabras clave: productos simbólicos, responsabilidad, esperanza, Nicaragua.
Contenido
1. La gestación de la crisis
2. El menoscabo ecológico como germen del conflicto sociopolítico
3. El contraste entre lo viejo y lo nuevo
3.1. "Delatar es un deber"
3.2. "Deliciosa juventud, espíritu de verdad recién nacida"
4. "Con la velocidad del instinto": "L'affaire d'un seul est l'affaire de tous"
5. Los productos simbólicos
5.1. Poesía
5.2. Galería de imágenes
6. Lista de referencias
7. Notas al pie
1. La gestación de la crisis
2. El menoscabo ecológico como germen del conflicto sociopolítico
3. El contraste entre lo viejo y lo nuevo
3.1. "Delatar es un deber"
3.2. "Deliciosa juventud, espíritu de verdad recién nacida"
4. "Con la velocidad del instinto": "L'affaire d'un seul est l'affaire de tous"
5. Los productos simbólicos
5.1. Poesía
5.2. Galería de imágenes
6. Lista de referencias
7. Notas al pie
La gestación de la crisis
El 31 de enero de 2018, el Pen Club Internacional, Capítulo Nicaragua, presentó la edición del testimonio de Pedro Joaquín Chamorro (Granada, 1924 - Managua, 1978), Estirpe sangrienta, que el diario La Prensa reeditó en ocasión del cuadragésimo aniversario de su asesinato. Los panelistas, moderados por la escritora Gioconda Belli, pronto abandonaron lo que en principio parecía ser una prometedora reflexión del valor literario del texto en cuestión, para enfrascarse en la discusión de si el régimen político nicaragüense era una dictadura o una dictablanda; de si el país vivía un sistema que cada vez se parecía más a lo que Pedro Joaquín Chamorro describía como lo sangriento de una estirpe.
2. Por el salón abarrotado de la capitalina librería Hispamer, desfilaron personas que dieron testimonios de las diversas formas en que habían sufrido la represión del Estado dirigido por el gobierno del presidente Daniel Ortega y su vice-presidenta y esposa, Rosario Murillo. No obstante, la idea que prevaleció esa noche fue que, frente al paradigma represivo que representa Somoza en la memoria colectiva de los nicaragüenses, el régimen de la familia Ortega-Murillo todavía no rebasaba los niveles aberrantes alcanzados por el dictador que en 1979 bombardeó las principales ciudades de Nicaragua durante mes y medio.
3. La paradoja se hace presente cuando, a pesar de las denuncias que aparecían sobre violaciones a derechos humanos en poblaciones campesinas, en el mes de febrero los medios de comunicación adeptos al régimen anunciaban con bombo y platillo que el 54% de la población aprobaba la gestión del gobierno de Ortega, convirtiéndose en el presidente centroamericano mejor valorado, según la encuesta presentada por la empresa Cid-Gallup (HispanTV Nexo Latino, 2018).
4. Los resultados de la encuesta llegaron como un tanque de oxígeno para el régimen de Daniel Ortega, que había recibido fuertes críticas por la baja participación en las elecciones municipales en noviembre del año anterior y la denuncia de Elea Valle, una pobladora campesina, sobre la matanza de su familia en el municipio caribeño de La Cruz de Río Grande. Quizás, confiado en los altos índices de popularidad, se atrevió a desafiar a la empresa privada que le pidió que esperara a una discusión más profunda antes de emitir el decretazo sobre la subida a las cotizaciones de la Seguridad Social y los recortes a las pensiones mínimas. Tal vez esa misma confianza fue la que le llevó a dar la orden de disparar contra los estudiantes que protestaban en la Universidad de Ingeniería, en la Agraria y en la Politécnica en la ciudad de Managua el 19 y 20 de abril, dándole de esta manera, la oportunidad a la población capitalina de comprobar in situ que las versiones campesinas sobre el despotismo del régimen eran ciertas. Por segunda vez, Daniel Ortega caía en la trampa de los sondeos.[1]
2. Por el salón abarrotado de la capitalina librería Hispamer, desfilaron personas que dieron testimonios de las diversas formas en que habían sufrido la represión del Estado dirigido por el gobierno del presidente Daniel Ortega y su vice-presidenta y esposa, Rosario Murillo. No obstante, la idea que prevaleció esa noche fue que, frente al paradigma represivo que representa Somoza en la memoria colectiva de los nicaragüenses, el régimen de la familia Ortega-Murillo todavía no rebasaba los niveles aberrantes alcanzados por el dictador que en 1979 bombardeó las principales ciudades de Nicaragua durante mes y medio.
3. La paradoja se hace presente cuando, a pesar de las denuncias que aparecían sobre violaciones a derechos humanos en poblaciones campesinas, en el mes de febrero los medios de comunicación adeptos al régimen anunciaban con bombo y platillo que el 54% de la población aprobaba la gestión del gobierno de Ortega, convirtiéndose en el presidente centroamericano mejor valorado, según la encuesta presentada por la empresa Cid-Gallup (HispanTV Nexo Latino, 2018).
4. Los resultados de la encuesta llegaron como un tanque de oxígeno para el régimen de Daniel Ortega, que había recibido fuertes críticas por la baja participación en las elecciones municipales en noviembre del año anterior y la denuncia de Elea Valle, una pobladora campesina, sobre la matanza de su familia en el municipio caribeño de La Cruz de Río Grande. Quizás, confiado en los altos índices de popularidad, se atrevió a desafiar a la empresa privada que le pidió que esperara a una discusión más profunda antes de emitir el decretazo sobre la subida a las cotizaciones de la Seguridad Social y los recortes a las pensiones mínimas. Tal vez esa misma confianza fue la que le llevó a dar la orden de disparar contra los estudiantes que protestaban en la Universidad de Ingeniería, en la Agraria y en la Politécnica en la ciudad de Managua el 19 y 20 de abril, dándole de esta manera, la oportunidad a la población capitalina de comprobar in situ que las versiones campesinas sobre el despotismo del régimen eran ciertas. Por segunda vez, Daniel Ortega caía en la trampa de los sondeos.[1]
El menoscabo ecológico como germen del conflicto sociopolítico
5. La última vez que el fenómeno climático conocido como El Niño afectó a Nicaragua fue en el bienio 2014-2016. El verano del año 2016 resultó especialmente duro para las diversas poblaciones de animales, incluyendo los homo sapiens, por los efectos de la sequía y las altas temperaturas. Las colonias de primates ubicadas en el istmo de Rivas sufrieron de manera especial la falta de frutos en los árboles, muriendo de inanición y deshidratación.
6. Aunque, en primera instancia, las autoridades competentes en la materia quisieron encubrir el problema aduciendo que las muertes podrían ser producidas por un virus, la opinión pública no terminó de entender por qué ninguna otra especie estaba siendo afectada por algún organismo biológico, cuyo potencial de peligrosidad podía incluso contagiar a los humanos y el Ministerio de Salud no declaraba una alerta. Nadie se tragó la justificación. La generación post milenio tampoco. Los chavalos y chavalas dejaron a un lado los auriculares de sus teléfonos inteligentes y se autoconvocaron para alquilar autobuses durante varios fines de semana y llevar garrafas de agua hasta las zonas de los bosques de mango donde habitan los monos congos en Rivas y darles de beber.
7. En los últimos once años, la población nicaragüense ha contemplado con paciencia la desaparición de los bosques de zonas protegidas y no protegidas, ha escuchado las quejas de los grupos de ecologistas que denunciaban el tráfico ilegal de maderas tropicales y ha visto secarse los ríos de su territorio a causa del despale. Enormes camiones transportan gigantescos troncos de árboles por todo el país con la complicidad de las instituciones estatales protectoras del medio ambiente. De estos hechos surgió la convicción de que si los autores de la tala ilegal de bosques actuaban con el beneplácito de la Policía Nacional era porque existía una estrecha vinculación entre madereros tala bosques y el régimen Ortega-Murillo, si no ¿por qué el Estado de Nicaragua no actuaba para detener ese latrocinio contra la naturaleza?
8. Pero ya no bastaba la actitud esquilmadora de los territorios en busca de la mejor madera, también había que aprovechar los mejores ríos y la joya de la corona de la geografía nicaragüense, el gran lago. Por ello, el gobierno de Ortega invitó a un empresario chino para que construyera un canal interoceánico, despojando de sus tierras a familias indígenas y campesinas, que comenzaron a padecer las expropiaciones de sus fincas y las incautaciones de las propiedades comunitarias de población originaria y afrodescendiente. Ante la reacción de estos grupos y comunidades, la represión y el aislamiento fueron las únicas soluciones que el régimen encontró para someter los ánimos, en ocasiones impidiendo a toda costa que campesinos e indígenas tuvieran acceso a la ciudad de Managua y denunciaran el conflicto.
9. La opinión pública nicaragüense supo de la noticia del incendio de la reserva biológica Indio Maíz, en el fronterizo departamento de Río San Juan, al sur del país, cuando las organizaciones ambientalistas comenzaron a dar la voz de alarma. Entre el 3 y el 14 de abril ardieron 5 484 hectáreas de árboles, perjudicando el hábitat de miles de especies de flora y fauna. Ante la pasividad con la que el gobierno en Managua se tomó el problema, los estudiantes universitarios empezaron a convocar plantones de protesta en la Universidad Centroamericana, frente a la falta de acciones encaminadas a la sofocación del fuego por parte de las instituciones estatales. La inacción del Estado de Nicaragua inmediatamente generó la idea suspicaz de si la pareja presidencial del país no tenía intereses personales en que la reserva se quemara (De Castro, 2018). El decretazo del 17 de abril sobre las retenciones de la Seguridad Social y la golpiza propinada en la ciudad de León a los jubilados que protestaban contra la medida sólo fueron las gotas que colmaron el vaso.
6. Aunque, en primera instancia, las autoridades competentes en la materia quisieron encubrir el problema aduciendo que las muertes podrían ser producidas por un virus, la opinión pública no terminó de entender por qué ninguna otra especie estaba siendo afectada por algún organismo biológico, cuyo potencial de peligrosidad podía incluso contagiar a los humanos y el Ministerio de Salud no declaraba una alerta. Nadie se tragó la justificación. La generación post milenio tampoco. Los chavalos y chavalas dejaron a un lado los auriculares de sus teléfonos inteligentes y se autoconvocaron para alquilar autobuses durante varios fines de semana y llevar garrafas de agua hasta las zonas de los bosques de mango donde habitan los monos congos en Rivas y darles de beber.
7. En los últimos once años, la población nicaragüense ha contemplado con paciencia la desaparición de los bosques de zonas protegidas y no protegidas, ha escuchado las quejas de los grupos de ecologistas que denunciaban el tráfico ilegal de maderas tropicales y ha visto secarse los ríos de su territorio a causa del despale. Enormes camiones transportan gigantescos troncos de árboles por todo el país con la complicidad de las instituciones estatales protectoras del medio ambiente. De estos hechos surgió la convicción de que si los autores de la tala ilegal de bosques actuaban con el beneplácito de la Policía Nacional era porque existía una estrecha vinculación entre madereros tala bosques y el régimen Ortega-Murillo, si no ¿por qué el Estado de Nicaragua no actuaba para detener ese latrocinio contra la naturaleza?
8. Pero ya no bastaba la actitud esquilmadora de los territorios en busca de la mejor madera, también había que aprovechar los mejores ríos y la joya de la corona de la geografía nicaragüense, el gran lago. Por ello, el gobierno de Ortega invitó a un empresario chino para que construyera un canal interoceánico, despojando de sus tierras a familias indígenas y campesinas, que comenzaron a padecer las expropiaciones de sus fincas y las incautaciones de las propiedades comunitarias de población originaria y afrodescendiente. Ante la reacción de estos grupos y comunidades, la represión y el aislamiento fueron las únicas soluciones que el régimen encontró para someter los ánimos, en ocasiones impidiendo a toda costa que campesinos e indígenas tuvieran acceso a la ciudad de Managua y denunciaran el conflicto.
9. La opinión pública nicaragüense supo de la noticia del incendio de la reserva biológica Indio Maíz, en el fronterizo departamento de Río San Juan, al sur del país, cuando las organizaciones ambientalistas comenzaron a dar la voz de alarma. Entre el 3 y el 14 de abril ardieron 5 484 hectáreas de árboles, perjudicando el hábitat de miles de especies de flora y fauna. Ante la pasividad con la que el gobierno en Managua se tomó el problema, los estudiantes universitarios empezaron a convocar plantones de protesta en la Universidad Centroamericana, frente a la falta de acciones encaminadas a la sofocación del fuego por parte de las instituciones estatales. La inacción del Estado de Nicaragua inmediatamente generó la idea suspicaz de si la pareja presidencial del país no tenía intereses personales en que la reserva se quemara (De Castro, 2018). El decretazo del 17 de abril sobre las retenciones de la Seguridad Social y la golpiza propinada en la ciudad de León a los jubilados que protestaban contra la medida sólo fueron las gotas que colmaron el vaso.
El contraste entre lo viejo y lo nuevo
10. En el inicio de las protestas nadie sospechaba la envergadura que en pocos días alcanzaría el conflicto. Nadie preveía que el resultado sería una cifra de muertos que supera el medio millar, miles de desaparecidos y las cárceles rebosantes de presos políticos padeciendo en las ergástulas infrahumanas de las abominables entrañas de la dictadura. Pero lo que esta crisis ha dejado al descubierto es la contraposición entre un estilo caduco de concebir la política y la visión fresca y desenfadada de los jóvenes ecologistas que comenzaron a salir a las calles.
"Delatar es un deber"
11. Los combatientes históricos afines a Daniel Ortega se mueven por lo que Hannah Arendt caracterizó como una especie de espíritu de Guerra Santa de los excomunistas que “juzgan toda la textura de nuestro tiempo en términos de una única gran dicotomía que desemboca en una batalla final” (1953, p. 473). Con un discurso propio de la guerra fría, y con la decisión, la entrega, el arrojo y el coraje exhibidos en los antiguos combates guerrilleros, han carecido de toda importancia política en el seno de ese otro fsln del siglo xxi; y sólo fueron llamados para que se desempeñasen en lo que mejor saben hacer: regirse por un pensamiento totalitario aplicado a unas conductas que han generado el terror entre la población nicaragüense, en sus dos vertientes: el crimen y la delación. La lógica de su discurso, que recuerda mucho al eufemismo utilizado por George W. Bush durante la guerra de Irak, de que “esas muertes son un efecto colateral”, no tiene parangón en la narrativa de la lucha sandinista de los sesenta y setenta:
12. Ese relato macabro es propio de la visión de quien se rindió ante las acechanzas de la cultura del narco y que ve que la vida en Centroamérica no tiene el mismo valor que en otras latitudes del mundo. Ese es el argumento que acepta tácitamente la matanza perpetrada por las huestes de los Ortega-Murillo. De esta forma, se construye el prototipo de combatiente histórico como una persona violenta que no sólo practica la violencia, sino que la justifica y que ha definido la esencia de su ser en virtud de un pasado violento, son esos “seres precarios de cuerpo y dignidad” según la opinión de Elvira Cuadra (2016). Por eso, como nos revela Hannah Arendt, las acciones del sujeto mediocre, que renuncia a su capacidad de pensar y de juzgar los crímenes del régimen que defiende, haciéndose cómplice de ellos por medio de “la interdependencia entre irreflexión y maldad” (2003, p. 171), lo conducen a una actitud banalizadora del mal que ignora las súplicas de madres y familiares de desaparecidos y presos políticos, que apelan a la supuesta consciencia y moralidad de los individuos que gestionan las formas represivas de la dictadura Ortega-Murillo.
…debo decir por otro lado, que desde 1978, exactamente en enero, cuando fuimos a la vela de Pedro Joaquín en La Prensa, junto a Pancho Bautista, Tonino y Plinio, he visto sangre y muertes en las luchas sociales. Además, todos los días veo en Canal 10 y Canal 8, sangre y muertes… ya no me asusta nada de esto. La violencia la veo con naturalidad y la muerte ha estado a mi lado desde aquel año setenta y ocho. En esta lucha social –que la enmarco entre ricos que mueven a sus empleados y sus beneficiados, y pobres que defienden un legítimo gobierno de ellos- he visto a dos muertos sandinistas y uno opositor. Lamento por sus familias que los lloran, pero no me impacta la pérdida de sus vidas, es lo normal en una batalla.
Yo sí sé lo que quiero, quiero un sistema de explotación cero del hombre por el hombre, aunque en Nicaragua siga sonando utópico. De ese sistema, el fsln, que privilegia a los pobres, sigue siendo lo más cercano (Cruz, 2018).
12. Ese relato macabro es propio de la visión de quien se rindió ante las acechanzas de la cultura del narco y que ve que la vida en Centroamérica no tiene el mismo valor que en otras latitudes del mundo. Ese es el argumento que acepta tácitamente la matanza perpetrada por las huestes de los Ortega-Murillo. De esta forma, se construye el prototipo de combatiente histórico como una persona violenta que no sólo practica la violencia, sino que la justifica y que ha definido la esencia de su ser en virtud de un pasado violento, son esos “seres precarios de cuerpo y dignidad” según la opinión de Elvira Cuadra (2016). Por eso, como nos revela Hannah Arendt, las acciones del sujeto mediocre, que renuncia a su capacidad de pensar y de juzgar los crímenes del régimen que defiende, haciéndose cómplice de ellos por medio de “la interdependencia entre irreflexión y maldad” (2003, p. 171), lo conducen a una actitud banalizadora del mal que ignora las súplicas de madres y familiares de desaparecidos y presos políticos, que apelan a la supuesta consciencia y moralidad de los individuos que gestionan las formas represivas de la dictadura Ortega-Murillo.
"Deliciosa juventud, espíritu de verdad recién nacida"
13. Más allá de las caracterizaciones que se pueden hacer de los jóvenes nicaragüenses que se tomaron las calles en el verano de 2018, en donde se les describe como la generación post-revolución, nacidos dentro del torbellino de la revolución tecnológica, habitantes de un mundo globalizado, que comparten características generacionales con los jóvenes de otras partes del mundo, dominando a la perfección la comunicación en redes sociales y valorando los espacios familiares y religiosos [cinco, 2004; Cuadra Lira, 2016; cinco, 2016];[2] estos “chavalos y chavalas”, como se les llama popularmente, que no vivieron la guerra de los ochenta y su amarga secuela, la post-guerra de los noventa, y que aparentemente se han mantenido al margen del sistema de partidos políticos tradicionales, cosa que se les ha echado en cara en otras oportunidades, han reclamado desde el primer comunicado del 22 de abril de 2018, redactado con las prisas propias de quien se tiene que poner a resguardo de las explosiones de bombas y buscando cómo salvaguardarse de los disparos de francotiradores, en la toma de la Universidad Nacional de Ingeniería y la Universidad Politécnica, nada más y nada menos que la refundación de un Estado corrupto que ha pervertido el sentido democrático y que ha anulado la participación ciudadana.[3] En ese sentido, algunos sectores de la opinión pública ven en ello la urgencia de completar el cambio frustrado e inacabado que originariamente inspiró a la revolución sandinista, que desde 1979 no logró pergeñar, asentar y consolidar una cultura democrática en la sociedad nicaragüense.
14. Viendo en retrospectiva el debate del año 2016,[4] que puso sobre la mesa las contradicciones generacionales en cuanto a la concepción de las luchas políticas que los jóvenes consideraban necesario emprender, por lo que se les acusaba de apáticos, indiferentes y tradicionales, es necesario tener en cuenta la visión que estos muchachos y muchachas expresan sobre la generación de quienes impulsaron la revolución, que sólo les ha heredado un rosario de desilusiones por cuanto la fallida experiencia sandinista y todas sus consecuencias:
15. Los muchachos universitarios, los pobladores de los barrios y hasta los integrantes de pandillas, que demuestran una actitud consciente a pesar de la marginalidad a la que los ha confinado el sistema político del país, exigen las libertades esenciales del ser humano: la libertad de manifestación desaprobatoria de la gestión gubernamental, la libertad de expresar públicamente las ideas a través de la prensa, la libertad de elección de los gobernantes, la creación de un sistema jurídico exento de corrupción y libre de manipulaciones partidarias, la reestructuración del sistema judicial, el respeto a la autonomía universitaria, el cuido a la naturaleza y el respeto al derecho a la tierra de las comunidades campesinas e indígenas, las renuncias irrevocables de Daniel Ortega y su vice-presidenta, y la práctica de una auténtica cultura de paz.
16. Ellas y ellos están dispuestos a participar de una militancia política desde la micropolítica (Guattari y Rolnik, 2006). Cabe plantearse si los jóvenes nicaragüenses post milenio, que habían hecho de sus iglesias parte de su zona de confort, no tuvieron en las habituales actividades que se desarrollan en esos lugares alguna lectura de la encíclica del Papa Francisco, Laudato si (2015), en la que se hace una crítica directa al capitalismo salvaje que prima los intereses económicos por encima del cuido de la casa común, destacando cómo las constantes agresiones que padece el planeta por parte de la industria global, afecta de forma directa a las comunidades más pobres del mundo rural de los países del hemisferio sur.
17. Es este quizás el mayor de los contrastes con la cultura del sandinismo, a saber: la concepción sandinista de la economía fue la del dominio de la naturaleza por parte del ser humano. La influencia de descomunales programas de desarrollo económico organizados en planes quinquenales, llegó a Nicaragua desde la Unión Soviética a través de Cuba, en la década de los ochenta. Ello condujo a los líderes del sandinismo a pensar en los 10 proyectos estratégicos de la Revolución que desarrollarían la economía del país y garantizarían la autosuficiencia alimentaria. Entre ellos estaba la construcción de un colosal ingenio azucarero, conocido como Victoria de julio, que al final empezó la producción de azúcar en el momento en que los precios internacionales de este rubro de agro-exportación cayeron por los suelos en el mercado internacional, para citar sólo un ejemplo. En las concepciones de esos proyectos estratégicos no se tomaba en cuenta los daños ecológicos provocados al medioambiente, como la represa de ríos que se llevó a cabo, en el caso del Victoria de julio, para riego de la caña.
18. La ausencia de una propuesta económica compatible con altos niveles de protección al medio ambiente quedó ampliamente manifestada en el megaproyecto de la construcción del canal interoceánico que generó una enorme oposición entre los sectores campesinos e indígenas afectados y ecologistas, como ya se dijo, en el que se contrapuso por un lado, la visión del domino depredador de la naturaleza enfrentada a la postura conservacionista del medioambiente. El peor error de los Ortega-Murillo fue el de no crear, desde el comienzo, espacios para el debate y el diálogo en la búsqueda de soluciones alternativas, desestimando el enfoque de las asociaciones ecologistas juveniles.
14. Viendo en retrospectiva el debate del año 2016,[4] que puso sobre la mesa las contradicciones generacionales en cuanto a la concepción de las luchas políticas que los jóvenes consideraban necesario emprender, por lo que se les acusaba de apáticos, indiferentes y tradicionales, es necesario tener en cuenta la visión que estos muchachos y muchachas expresan sobre la generación de quienes impulsaron la revolución, que sólo les ha heredado un rosario de desilusiones por cuanto la fallida experiencia sandinista y todas sus consecuencias:
Después de todo ese trasnochado discurso de nuestros padres, lo verdaderamente esencial aquí es que se salve una generación futura y consecuente. Una generación que pueda romper con la cultura del fracaso y con sus gritos de oportunismo y figureo que aún pregonan y desean heredarnos (Pérez Baltodano, 2013, p. 22).
15. Los muchachos universitarios, los pobladores de los barrios y hasta los integrantes de pandillas, que demuestran una actitud consciente a pesar de la marginalidad a la que los ha confinado el sistema político del país, exigen las libertades esenciales del ser humano: la libertad de manifestación desaprobatoria de la gestión gubernamental, la libertad de expresar públicamente las ideas a través de la prensa, la libertad de elección de los gobernantes, la creación de un sistema jurídico exento de corrupción y libre de manipulaciones partidarias, la reestructuración del sistema judicial, el respeto a la autonomía universitaria, el cuido a la naturaleza y el respeto al derecho a la tierra de las comunidades campesinas e indígenas, las renuncias irrevocables de Daniel Ortega y su vice-presidenta, y la práctica de una auténtica cultura de paz.
16. Ellas y ellos están dispuestos a participar de una militancia política desde la micropolítica (Guattari y Rolnik, 2006). Cabe plantearse si los jóvenes nicaragüenses post milenio, que habían hecho de sus iglesias parte de su zona de confort, no tuvieron en las habituales actividades que se desarrollan en esos lugares alguna lectura de la encíclica del Papa Francisco, Laudato si (2015), en la que se hace una crítica directa al capitalismo salvaje que prima los intereses económicos por encima del cuido de la casa común, destacando cómo las constantes agresiones que padece el planeta por parte de la industria global, afecta de forma directa a las comunidades más pobres del mundo rural de los países del hemisferio sur.
17. Es este quizás el mayor de los contrastes con la cultura del sandinismo, a saber: la concepción sandinista de la economía fue la del dominio de la naturaleza por parte del ser humano. La influencia de descomunales programas de desarrollo económico organizados en planes quinquenales, llegó a Nicaragua desde la Unión Soviética a través de Cuba, en la década de los ochenta. Ello condujo a los líderes del sandinismo a pensar en los 10 proyectos estratégicos de la Revolución que desarrollarían la economía del país y garantizarían la autosuficiencia alimentaria. Entre ellos estaba la construcción de un colosal ingenio azucarero, conocido como Victoria de julio, que al final empezó la producción de azúcar en el momento en que los precios internacionales de este rubro de agro-exportación cayeron por los suelos en el mercado internacional, para citar sólo un ejemplo. En las concepciones de esos proyectos estratégicos no se tomaba en cuenta los daños ecológicos provocados al medioambiente, como la represa de ríos que se llevó a cabo, en el caso del Victoria de julio, para riego de la caña.
18. La ausencia de una propuesta económica compatible con altos niveles de protección al medio ambiente quedó ampliamente manifestada en el megaproyecto de la construcción del canal interoceánico que generó una enorme oposición entre los sectores campesinos e indígenas afectados y ecologistas, como ya se dijo, en el que se contrapuso por un lado, la visión del domino depredador de la naturaleza enfrentada a la postura conservacionista del medioambiente. El peor error de los Ortega-Murillo fue el de no crear, desde el comienzo, espacios para el debate y el diálogo en la búsqueda de soluciones alternativas, desestimando el enfoque de las asociaciones ecologistas juveniles.
"Con la velocidad del instinto": "L'affaire d'un seul est l'affaire de tous"
"Aquí no hay tiempo para falsas neutralidades. Aquí el que se queda neutral ya opinó, y el que no opina, ya decidió".
--Mons. Rolando Álvarez
--Mons. Rolando Álvarez
19. De entre las diversas manifestaciones artísticas que han aparecido en las últimas tres décadas, a partir del fin de la revolución sandinista, los gremios que mantuvieron una abierta postura crítica hacia el poder fueron el de los artistas visuales y el de los músicos de rock y ska, que se caracterizaron por su actitud contracultural y la constante denuncia de la corrupción que había permeado todo el aparato institucional del Estado.
20. Después de la resonancia mediática y de la constante actividad literaria de los años ochenta, los escritores de la generación de la revolución más bien se dejaron ver poco en el espacio público, salvo en las contadas ocasiones que son citas obligatorias anuales: el Festival de poesía de Granada y la reunión de narradores Centroamérica cuenta (cac). Aunque desde el Centro Nicaragüense de Escritores se mantuvo por casi veinte años una convocatoria para la publicación de textos literarios de diversos géneros, se percibía un ensimismamiento de los creadores y una fragmentación del otrora campo literario cohesionado alrededor de un proyecto cultural. Tampoco se apreciaban los relevos generacionales ocupando espacios en ese mismo campo, llevados de la mano de los artistas consagrados, aun los esfuerzos de Sergio Ramírez por lanzar a los escritores noveles desde la plataforma cac. Como si las formas pretéritas hubieran sufrido un agotamiento y en el ámbito de la literatura también se repitiera la dinámica del cuestionamiento y del no reconocimiento por parte de los jóvenes a aquellos que les precedieron, siendo este rechazo un asunto que iba más allá de las disputas intergeneracionales propias de la actividad creadora.
21. En este panorama, en 2017 Michèle Najlis publica su libro Jardín interior, una obra de semiótica teológica, entre otras cosas, en la que declara su confianza en la posibilidad de construcción de otro mundo, alternativo y justo, a pesar de lo que ella llama la sexta extinción masiva de las especies:
22. Esa “vida abundante” no es precisamente la del consumo en exceso. Este texto adquiere una importancia excepcional por cuanto combina dos principios elementales para la construcción de la Nicaragua posible: el de esperanza enunciado por el filósofo judío-alemán Ernst Bloch y el de responsabilidad frente a la naturaleza defendido por el también judío-alemán Hans Jonas, en donde la “abundancia” se busca desde una ética vinculada al cuido de la tierra en la que se vive. Ambos autores, sobrevivientes del Holocausto, desde posiciones ideológicas divergentes y de forma asincrónica, presentan visiones alternativas ante los problemas que les ha tocado vivir.
23. Bloch, expresa su confianza en la capacidad de recuperación del ser humano que ha sido afectado por el horror de la guerra y plantea que se puede, y se debe, superar el miedo y la desesperanza para construir el futuro con un “sentimiento más acorde con nosotros”:
24. Por su parte, Jonas, cuyo recorrido vital lo lleva a interesarse por las cuestiones biológicas en la primera etapa de su vida, a principios de la segunda mitad del siglo pasado, obsequia al género humano con esta obra de madurez en la que le hace una invitación a replantearse el propio comportamiento ante la cosa natural:
25. Ese fue el espíritu que los creadores artísticos cristalizaron en sus obras desde el principio de la crisis, cuando, en medio de la conmoción por los disparos que trastocaron lo más profundo de la consciencia de los nicaragüenses, se vio renacer la esperanza a lo largo de estos meses, “los jóvenes despertaron” (The Camells, 2018) se escuchaba decir en la radio y en las calles de los barrios. La generación que precede a los universitarios ecologistas, que se dejó conducir por sus hijos y salió de sus casas a protestar ante los muertos, ha comprendido que los chavalos y chavalas tienen razón cuando gritan patria libre y vivir porque no quieren repetir viejas experiencias. Con esto, los muchachos han provocado un cambio de perspectivas en las personas adultas. Sí, los jóvenes nicaragüenses son el 60% de la población y son ellos quienes impulsan el proceso de democratización:
20. Después de la resonancia mediática y de la constante actividad literaria de los años ochenta, los escritores de la generación de la revolución más bien se dejaron ver poco en el espacio público, salvo en las contadas ocasiones que son citas obligatorias anuales: el Festival de poesía de Granada y la reunión de narradores Centroamérica cuenta (cac). Aunque desde el Centro Nicaragüense de Escritores se mantuvo por casi veinte años una convocatoria para la publicación de textos literarios de diversos géneros, se percibía un ensimismamiento de los creadores y una fragmentación del otrora campo literario cohesionado alrededor de un proyecto cultural. Tampoco se apreciaban los relevos generacionales ocupando espacios en ese mismo campo, llevados de la mano de los artistas consagrados, aun los esfuerzos de Sergio Ramírez por lanzar a los escritores noveles desde la plataforma cac. Como si las formas pretéritas hubieran sufrido un agotamiento y en el ámbito de la literatura también se repitiera la dinámica del cuestionamiento y del no reconocimiento por parte de los jóvenes a aquellos que les precedieron, siendo este rechazo un asunto que iba más allá de las disputas intergeneracionales propias de la actividad creadora.
21. En este panorama, en 2017 Michèle Najlis publica su libro Jardín interior, una obra de semiótica teológica, entre otras cosas, en la que declara su confianza en la posibilidad de construcción de otro mundo, alternativo y justo, a pesar de lo que ella llama la sexta extinción masiva de las especies:
Yo me inscribo –aunque con dificultad-en el bando de las/los optimistas, y creo que todavía podemos cambiar. Pero tendría que ser un cambio integral. Cada vez somos más las personas que, de una manera u otra, en grandes acciones o en pequeños actos cotidianos, nos apuntamos a que la vida y la “vida en abundancia” de que habla Jesús aún sea posible (p. 221).
22. Esa “vida abundante” no es precisamente la del consumo en exceso. Este texto adquiere una importancia excepcional por cuanto combina dos principios elementales para la construcción de la Nicaragua posible: el de esperanza enunciado por el filósofo judío-alemán Ernst Bloch y el de responsabilidad frente a la naturaleza defendido por el también judío-alemán Hans Jonas, en donde la “abundancia” se busca desde una ética vinculada al cuido de la tierra en la que se vive. Ambos autores, sobrevivientes del Holocausto, desde posiciones ideológicas divergentes y de forma asincrónica, presentan visiones alternativas ante los problemas que les ha tocado vivir.
23. Bloch, expresa su confianza en la capacidad de recuperación del ser humano que ha sido afectado por el horror de la guerra y plantea que se puede, y se debe, superar el miedo y la desesperanza para construir el futuro con un “sentimiento más acorde con nosotros”:
Se trata de aprender la esperanza. Su labor no ceja, está enamorada en el triunfo, no en el fracaso. La esperanza, situada sobre el miedo, no es pasiva como este, ni, menos aún está encerrada en un anonadamiento. El afecto de la esperanza sale de sí, da amplitud a los hombres en lugar de angostarlos, nunca puede saber bastante de lo que les da intención hacia el interior y de lo que puede aliarse con ellos hacia el exterior. El trabajo de este afecto exige hombres que se entreguen al proceso del devenir al que ellos mismos pertenecen (1977, p. 3).
24. Por su parte, Jonas, cuyo recorrido vital lo lleva a interesarse por las cuestiones biológicas en la primera etapa de su vida, a principios de la segunda mitad del siglo pasado, obsequia al género humano con esta obra de madurez en la que le hace una invitación a replantearse el propio comportamiento ante la cosa natural:
La tremenda vulnerabilidad de la naturaleza sometida a la intervención técnica del hombre, [es] una vulnerabilidad que no se sospechaba antes de que se hiciese reconocible en los daños causados. Este descubrimiento, cuyo impacto dio lugar al concepto y a la incipiente ciencia de la investigación medioambiental (ecología), modifica el entero concepto de nosotros mismos como factores causales en el amplio sistema de las cosas. Esa vulnerabilidad pone de manifiesto, a través de los efectos, que la naturaleza de la acción humana ha cambiado de facto y que se le ha agregado un objeto de orden totalmente nuevo, nada menos que la entera biosfera del planeta, de la que hemos de responder, ya que tenemos poder sobre ella. […] La naturaleza, en cuanto responsabilidad humana es sin duda un novum sobre el cual la teoría ética tiene que reflexionar (1995, pp. 32-33).
25. Ese fue el espíritu que los creadores artísticos cristalizaron en sus obras desde el principio de la crisis, cuando, en medio de la conmoción por los disparos que trastocaron lo más profundo de la consciencia de los nicaragüenses, se vio renacer la esperanza a lo largo de estos meses, “los jóvenes despertaron” (The Camells, 2018) se escuchaba decir en la radio y en las calles de los barrios. La generación que precede a los universitarios ecologistas, que se dejó conducir por sus hijos y salió de sus casas a protestar ante los muertos, ha comprendido que los chavalos y chavalas tienen razón cuando gritan patria libre y vivir porque no quieren repetir viejas experiencias. Con esto, los muchachos han provocado un cambio de perspectivas en las personas adultas. Sí, los jóvenes nicaragüenses son el 60% de la población y son ellos quienes impulsan el proceso de democratización:
Arrullo de Libertad (2018)
En una barricada en Jinotepe, San José
todo el pueblo ve nacer:
en cuna de latas auxilian manos obreras
madre humilde, Madre Tierra.
En una barricada atrincherados de la guerra,
Se oye el llanto de una niña y la arropa una bandera,
Madre Patria, madre guerrillera. […]
En esa barricada ahora izamos la esperanza
los ojitos de una niña nos alumbran al mañana.
Libertad, cuando crezcas Libertad
En tu sonrisa todos los muertos
que por siempre vivirán
En tu sonrisa vivirán, Libertad.
The Camells
En una barricada en Jinotepe, San José
todo el pueblo ve nacer:
en cuna de latas auxilian manos obreras
madre humilde, Madre Tierra.
En una barricada atrincherados de la guerra,
Se oye el llanto de una niña y la arropa una bandera,
Madre Patria, madre guerrillera. […]
En esa barricada ahora izamos la esperanza
los ojitos de una niña nos alumbran al mañana.
Libertad, cuando crezcas Libertad
En tu sonrisa todos los muertos
que por siempre vivirán
En tu sonrisa vivirán, Libertad.
The Camells
26. En esa ingente cantidad de propuestas artísticas que han proliferado desde el 19 de abril, hay una representación comprometida de la realidad, cuyas formas acuciantes exige una toma de posición de los intelectuales y creadores. Por la proximidad de los hechos tan devastadores que abordan, consiguen un efecto emocional perturbador provocando desazón en el espectador, que siente el llamado de la responsabilidad, y situándolo ante la disyuntiva de la crítica al régimen o la connivencia con él. No hay más alternativa.
Ven (fragmento)
¿Deseas un poema abstracto,
…?
[…]
cuando los signos son rotundos y claros
en cada voz, en cada palabra, el verso
que surge de realidades y en su fragua
va pariendo imágenes convulsas.
¿Deseas un poema abstracto? Ven,
toca el concreto de la sangre derramada,
la carne desgarrada por la tortura; ven,
siente el filo de la muerte calando hondo,
y esculpe el poema cual piedra dura y grande.
Henry Petrie
¿Deseas un poema abstracto,
…?
[…]
cuando los signos son rotundos y claros
en cada voz, en cada palabra, el verso
que surge de realidades y en su fragua
va pariendo imágenes convulsas.
¿Deseas un poema abstracto? Ven,
toca el concreto de la sangre derramada,
la carne desgarrada por la tortura; ven,
siente el filo de la muerte calando hondo,
y esculpe el poema cual piedra dura y grande.
Henry Petrie
Los productos simbólicos
27. El comentario de estas obras no deja de presentar cierta complejidad por cuanto la mayoría son anónimas y su difusión se produjo desde las redes sociales. Son pocos los autores que pueden reconocer la autoría de sus trabajos, entre los que se encuentran Gioconda Belli, Carlos Tünnermann, Carlos y Luis Enrique Mejía Godoy, el solista Perro Zompopo o el grupo Milly Majuc. La gran mayoría del resto de artistas, dadas las proporciones que ha tomado la represión del régimen, debe permanecer en la sombra, como autores fantasma. De hecho, algunos trabajos que habían sido subidos a momentos Twitter ya no se pueden localizar en las antiguas direcciones. Una asociación de escritores decidió preparar un volumen de homenaje a los muchachos de abril aunque después de la masacre del 30 de mayo ya no se publicó y la persecución de las madres tuvieron que posponerlo, de ese recopilatorio y de los textos literarios que han pasado de teléfono en teléfono como un secreto murmullo, se muestran algunos ejemplos. El momento de reconocer la autoría de estas obras llegará porque siempre hay un tiempo para todo bajo el sol.
28. Esta es sólo una pequeña muestra de todo lo que se ha publicado en seis meses de crisis. Se pueden rastrear en YouTube más de cien canciones sobre abril en Nicaragua, imágenes que provienen de la caricatura, la pintura al óleo o el diseño gráfico, entre otros. En lo que respecta a los textos literarios se encuentra la infaltable poesía, el micro relato y la crónica. Todos ellos plantean cuestiones interesantes sobre las formas sin titubeos de representación de la realidad.
28. Esta es sólo una pequeña muestra de todo lo que se ha publicado en seis meses de crisis. Se pueden rastrear en YouTube más de cien canciones sobre abril en Nicaragua, imágenes que provienen de la caricatura, la pintura al óleo o el diseño gráfico, entre otros. En lo que respecta a los textos literarios se encuentra la infaltable poesía, el micro relato y la crónica. Todos ellos plantean cuestiones interesantes sobre las formas sin titubeos de representación de la realidad.
Poesía
Canto de esperanza:
Algún día los campos estarán siempre verdes y
la tierra será negra, dulce y húmeda. En ella
crecerán altos nuestros hijos
y los hijos de nuestros hijos…
Y serán libres como los árboles del monte
y las aves.
Cada mañana se despertarán felices de poseer la
vida y sabrán que la tierra fue reconquistada
para ellos. Algún día…
Hoy aramos los campos resecos
pero cada surco se moja con sangre.
Daysi Zamora
Los árboles de mi ciudad:
Canto a la ceiba,
al madroño,
al roble,
a genízaros y
jiñocuagos.
Esos árboles-monumentos de nuestras
tierras, de verdes y sueltas cabelleras durarán
lo que dure mi vida,
la de mis hijos
y quizás la de mis nietos
Los árboles eléctricos -las arbolatas- en cambio,
perecerán.
Una a una se apagarán sus luces.
Se corroerá el metal de sus troncos.
Sus esqueletos descascarados
serán vendidos como chatarra.
Terminarán tristes
en el cementerio de las cosas inútiles.
Un día la noche y el sonido del viento
cruzando la ciudad
serán nuestros otra vez.
Así está escrito en el libro secreto de la Tierra.
Gioconda Belli
La sangre de abril (fragmento):
Váyanse lejos distantes del cielo
Distantes del cielo, distantes de todo lugar
Dejen las flores, la luz, los colores
Y el agua que no beberán
Perrozompopo
Qué vas a hacer:
¿No queda nada más que hacer?
¿Qué vas a hacer cuando lleguen a tu casa?
[…]
Quitate la mordaza
que tu grito es su amenaza
predican la paz de casa en casa
y en la noche fría
inician la cacería
para dejar estudiantes en agonía.
Fuerza a los que no se han ido
a los que están luchando
persisten como pueblo unido
saben que la patria no está sola
alzá tu voz y que suenen las cacerolas
Mis armas son mis letras
en vez de pistolas.
Milly Majuc y Lennin Borge
Dios te salve (fragmento):
Dios te salve a vos, Nicaragua
de los auto-proclamados dueños de tu suelo,
de los que vuelven a invocar el rugido del cañón
y dejan teñir con la sangre de mis hermanos y hermanas
el agua de tus ya agonizantes lagos.
Kerstin Sofía Miranda
Monimbó siempre con vos:
Se oyen tronar los tambores
por allá por las Cuatro Esquinas
el vibrar de las marimbas
inundó de ñámbar a mi población
se oyen matracas y pitos
y hasta los jucos antiguos
van tronando y avisando que
el Toro Venado se insureccionó.
Carlos Mejía Godoy
En abril:
Sus rostros van por las calles
entre nosotros están
grito de lucha, llama encendida
que no se puede apagar.
Pancho Cedeño y Grupo Pancasán
El rostro de la tristeza:
La tristeza profunda tiene su rostro
en el semblante sombrío y demacrado del reo.
Sus profundas ojeras,
evidencian el amargo sufrimiento
de continuas noches de desvelo
de las que ha emigrado el sueño.
La tristeza profunda tiene su rostro
en el semblante sombrío y demacrado del reo.
Carlos Tünnermann
Hoy es un gran día para morir:
Hoy es un gran día para morir
por no elegir el camino que la corrupción
nos quiere hacer seguir.
Y aunque a mi vida días le reste
seguiré diciendo verdades cueste lo que me cueste.
Sandino tenía un sueño
y les aseguro que no era este.
Franco Valdivia Machado (RENFAN)
Galería de imágenes
Lista de referencias
Arendt, H. (2003). Eichmann en Jerusalem. Un estudio sobre la
banalidad del mal. Barcelona: Lumen.
Arendt, H. (2005). «Los excomunistas». En H. Arendt, Ensayos de comprensión, 1930-1954. Escritos no reunidos e inéditos. Madrid: Caparrós Editores.
Bloch, E. (1977). Principio de esperanza. Recuperado de http://ebiblioteca.org/?/ver/86779
cinco. (2001). La
generación de los noventa. Jóvenes y cultura política en Nicaragua. Managua:
cinco.
cinco. (2016). Masculinidad hegemónica en los jóvenes de la post revolución. Managua: cinco.
Cuadra, E. (2015). Nuevos
entornos de seguridad y prácticas políticas en Nicaragua representaciones y
significados de la familia y la iglesia en los jóvenes de la pos revolución [Tesis de maestría]. Quito: flacso. Recuperado de http://repositorio.flacsoandes.edu.ec/bitstream/10469/8929/1/TFLACSO-2015EACL.pdf
Cuadra, E. (7 de junio de 2016). «Los jóvenes postrevolución en Nicaragua». Confidencial. Recuperado de https://confidencial.com.ni/los-jovenes-pos-revolucion-nicaragua/
Cruz, R. (21 de abril de 2018). Yo sí
sé lo que quiero, quiero un sistema de explotación cero del hombre por el
hombre, aunque en Nicaragua siga sonando utópico. De ese sistema, el fsln, que
privilegia a los pobres, sigue siendo lo más cercano. [Estado de Facebook]. Recuperado de https://www.facebook.com/rolando.cruz.39948/posts/1786426271395712
Guattari, F. & Rolnik, S. (2006). Micropolítica. Cartografías del deseo. Madrid: Traficantes de sueños.
Papa Francisco. (2015). Laudato si. Sobre el cuido de la casa común. Ciudad del Vaticano. Recuperado de http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html
Pérez Baltodano, A. (2013). Post sandinismo. Crónica de un diálogo intergeneracional e
interpretación del pensamiento político de la Generación xxi. Managua:
Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (ihnca-uca).
Notas al pie
* ¡BAM! Es la onomatopeya del ruido, del estruendo. Es la negación de la renuncia a dejar sentada mi opinión en el espacio público. Es ¡BAM!, no ¡BANG!, porque acudo a la fuerza de la razón y no a la cobardía de un disparo.
[1] El 23 de febrero de 1990, Daniel Ortega protagonizaba el cierre de la campaña electoral del fsln ante medio millón de personas que cantaban y bailaban El gallo ennavajado. La promesa de que la guerra con la Contra se había acabado hizo pensar a la población que el presidente candidato leería el decreto de derogación de la ley del Servicio Militar Patriótico, que obligaba a los jóvenes a participar en la guerra. Pero la euforia y la certeza del triunfo, apoyada por las encuestas, le hizo pensar que la población le permitiría seguir enviando a los muchachos a una muerte segura, y dos días más tardes perdió las elecciones, hecho que supuso el fin de la revolución sandinista.
[2] A pesar de que el estudio de cinco se refiere a la cohorte de personas nacidas que al momento de la investigación, a finales de la década del noventa, oscilaban entre los 16 y los 26 años, al parecer las particularidades de esta caracterización se han visto remarcadas en la siguiente generación conocida como los post milenio.
[3] Movimiento 19 de abril. Comunicado del 22 de abril de 2018. Este documento fue difundido por las listas de grupos de WhatsApp.
[4] Navarro, Álvaro. "Nicaragua y la generación del yo" en Confidencial; Molina, Px. "La generación del no me toque" en Confidencial; Sánchez Argüello, Alberto. "Nicaragua, generación millenial y el yo" en Confidencial; Cuadra, Elvira, Largaespada, Mildred, Sánchez Argüello, Alberto y Valle Moreno, Ernesto. "La gente joven en Nicaragua: ¿apática o silenciosa?".
[2] A pesar de que el estudio de cinco se refiere a la cohorte de personas nacidas que al momento de la investigación, a finales de la década del noventa, oscilaban entre los 16 y los 26 años, al parecer las particularidades de esta caracterización se han visto remarcadas en la siguiente generación conocida como los post milenio.
[3] Movimiento 19 de abril. Comunicado del 22 de abril de 2018. Este documento fue difundido por las listas de grupos de WhatsApp.
[4] Navarro, Álvaro. "Nicaragua y la generación del yo" en Confidencial; Molina, Px. "La generación del no me toque" en Confidencial; Sánchez Argüello, Alberto. "Nicaragua, generación millenial y el yo" en Confidencial; Cuadra, Elvira, Largaespada, Mildred, Sánchez Argüello, Alberto y Valle Moreno, Ernesto. "La gente joven en Nicaragua: ¿apática o silenciosa?".